Autores

Resumo

El presente estudio tiene como objetivo analizar el fenómeno del consumo urbano de hoja de coca en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, identificando sus implicaciones socioculturales, sanitarias y jurídicas en un contexto de creciente diversificación y resignificación cultural. Entre 2012 y 2022, el consumo urbano mostró un crecimiento sostenido, alcanzando el 38 % del consumo nacional (9.447 toneladas) con un consumo per cápita de 4,92 kg/persona, inferior al promedio nacional. La diversificación de presentaciones procesadas, como coca machucada y saborizada, ha ampliado su alcance más allá de usos tradicionales, incorporándola en contextos laborales, académicos y de bienestar alternativo. La práctica es transversal a todos los estratos sociales y se vincula con motivaciones funcionales, identitarias y socioculturales, reflejando un proceso de resignificación urbana y cultural. A pesar de sus beneficios energizantes y digestivos, persisten riesgos cardiovasculares y contraindicaciones en poblaciones vulnerables, así como un estigma social derivado de marcos prohibicionistas internacionales que asocian la hoja con drogas ilícitas. Desde el marco jurídico, Bolivia reconoce el uso tradicional de la hoja en su Constitución y la Ley 906, pero no regula explícitamente las modalidades urbanas emergentes, generando vacíos legales y tensiones entre protección cultural y gestión sanitaria. Se concluye que se requiere actualizar la legislación, implementar campañas educativas para reducir la estigmatización y promover investigaciones clínicas y socioculturales que diferencien claramente la hoja natural de la cocaína.