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Resumo

El uso cada vez más extendido de dispositivos electrónicos entre niños latinoamericanos de 4 a 10 años
plantea importantes riesgos para su desarrollo neurocognitivo. Estudios recientes (2022–2025) muestran que el excesso de tiempo frente a pantallas puede afectar la atención, las funciones ejecutivas, el lenguaje, el sueño y el rendimento escolar. Este artículo analiza tanto los mecanismos biológicos y sociales que explican estas alteraciones, como las diferencias regionales vinculadas al contexto socioeconómico y a los hábitos familiares. Se presentan, además, estrategias basadas en evidencia que incluyen la regulación del tiempo de pantalla, la educación digital y la promoción del juego activo. También se subraya el papel clave de padres y docentes en la orientación del uso de la tecnología, así como la importancia de crear entornos familiares que fomenten la lectura, la actividad física y la interacción social presencial como pilares para un desarrollo infantil saludable. El trabajo concluye con un llamado a implementar políticas públicas y programas educativos que favorezcan un uso equilibrado y responsable de la tecnología desde la infancia.