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Resumo

La trata de personas con fines de explotación sexual constituye una de las manifestaciones más graves de esclavitud moderna y una vulneración directa a los derechos humanos fundamentales. Este fenómeno, caracterizado por el sometimiento, la coerción y la cosificación del cuerpo, afecta principalmente a mujeres, niñas y adolescentes en contextos de vulnerabilidad socioeconómica. A pesar del robusto marco jurídico internacional, encabezado por el Protocolo de Palermo de 2000 y los instrumentos de la Corte Penal Internacional, persisten grandes desafíos en la persecución penal efectiva de este delito. La falta de armonización legislativa, la débil cooperación judicial y la limitada protección de las víctimas obstaculizan la respuesta penal internacional. El presente trabajo analiza la naturaleza jurídica de la trata sexual como forma contemporánea de esclavitud, examina los mecanismos de persecución penal internacional y plantea propuestas orientadas a fortalecer la cooperación y la reparación integral de las víctimas.